El cine más cerdo. Los gorrinos también han conquistado a la gran pantalla

No sólo de las Jornadas de la Matanza vive el cerdo. Nuestro querido cochino también ha sabido cautivar al público en la gran pantalla

Tranquilos, para leer este artículo no hace falta tener más de 18 años. Tampoco tenemos que colocar los dos rombos en la parte superior. Ni tan siquiera es un texto un poco picantón. Podemos hablar perfectamente del cine más cerdo y no tener que recurrir a las películas para adultos. Porque estos animales también han tenido su momento de gloria en la gran pantalla. Valientes o cobardes. Sumamente adorables o un tanto odiosos. De tocino (o torrezno) y hueso o en forma de dibujo animado. No han ganado ningún Goya, ni mucho menos un Óscar, ni tampoco lucen palmito por el paseo de la fama de Hollywood, pero forman parte de la historia del séptimo arte. Por eso vamos a hacer un repaso de algunos de ellos. Os aseguramos que la mayoría os van a traer muy buenos recuerdos.

Los cerdos más amorosos (o no) del séptimo arte

¿Quién no recuerda a Babe? Forma parte del imaginario colectivo de los que superan la treintena. Aunque a los ‘millennials’ les suene a chino, al resto les provoca un irrefrenable sentimiento de ternura. “Babe, el cerdito valiente” llegó a las pantallas en 1995 y narra la historia de un adorable cerdo que se quiere convertir en perro pastor. Casi nada. Su relación con el resto de animales de la granja provoca situaciones de lo más cariñosas y graciosas. Por este motivo, se puede considerar a Babe como el cerdo más famoso de la historia del cine.

Cuatro años más tarde, pero no con tanto éxito, se estrenó “Mi hermano el cerdito”, una comedia en la que un gorrino también hace de las suyas. Aunque más bien el travieso es el niño protagonista que, mediante un conjuro, se acaba convirtiendo en un cochino.

Por aquellos años noventa también llegó a las pantallas “Gordy” con el sello de Disney. Narra la historia de un cerdo que busca desesperadamente a sus padres que fueron llevados al matadero. Un poco más triste, pero con mucha ternura igualmente.

Otros gorrinos de cine que, en este caso, se saltan los cánones preestablecidos, son King Pig y su tropa, los antagonistas de los pájaros que llevan la batuta en la película “Angry Brids”. En este caso son cerdos verdes poco amigables que cambian por completo la plácida vida que llevan las aves que pueblan la paradisiaca isla donde se desarrolla la trama.

La matanza y las cerdas también han tenido su papel en el cine

Aunque normalmente se ha querido dar una imagen del cerdo en el cine más angelical e inocente, este animal al fin y al cabo se come. Y durante siglos para comerlo había que pasar por esa liturgia llamada matanza. El cine no ha sido ajeno a la fuerza y el magnetismo de un ritual muy arraigado que forma parte de la idiosincrasia de muchos pueblos. Así se refleja de forma magistral en la película “Las ratas”, dirigida por Antonio Giménez Rico y basada en la novela de Miguel Delibes, donde se puede ver una larga secuencia con todos los pasos de la matanza tradicional. Una costumbre que se reivindica año tras año en las Jornadas de la Matanza del Virrey Palafox en El Burgo de Osma.

No todo en la gran pantalla van a ser cerdos, también hay cerdas. Uno de los filmes más recordados del cine español lleva en su nombre a la hembra del gorrino. “La marrana”, dirigida por José Luis Cuerda y protagonizada por Alfredo Landa y Antonio Resines, cuenta las aventuras de Ruy y Bartolomé que, acompañados de una cerda, viven una serie de rocambolescas situaciones en la España de los Reyes Católicos.